
El tener una vida sexual satisfactoria en pareja puede ser síntoma del bienestar en otras etapas de la vida en común. Nuestra vida sexual no permanece ajena a los contratiempos cotidianos e igual que se pueden ver afectadas otras esferas como la alimentación o el sueño esto también ocurre con la sexualidad. Uno de los problemas que afecta a la mujer a la hora de tener relaciones sexuales con penetración, y por ende al hombre, es el Vaginismo. La característica esencial de este problema es la contracción involuntaria, de manera recurrente o persistente de los músculos perineales al tercio externo de la vagina, frente a la introducción del pene, los dedos, tampones o espéculos. (DSM IV-TR). Cuando las parejas intentan el coito la sensación es que “el pene se tropieza con un muro que se encuentra a unos dos centímetros en el interior de la vagina” (Lamont, 1978). Es posible que las respuestas sexuales (deseo, placer, capacidad orgásmica) no estén afectadas, a no ser que se produzca o se piense en la penetración.
Este problema puede generar sentimientos de culpabilidad en la mujer e incrementar su malestar y/o ansiedad con lo que se agrava el problema. Es posible que la anticipación de las ocurrencias futuras provoque los espasmos antes de intentar el coito (Wincze y Carey, 1991). El hombre puede llegar a pensar que la mujer se resiste a mantener relaciones sexuales, puede expresarlo de esta manera con lo que nuevamente se incide negativamente en la resolución del problema. Todo ello puede llevar a crear un clima de insatisfacción en la pareja que afecte a la estabilidad de la misma.
Buscar la solución a este problema, es indagar en lo que ya se ha hecho para solucionarlo. Buscar los orígenes, la causa primigenia puede ayudar a entender lo que pasa pero no ayudará a buscar una solución. Lo que nos interesa desde el modelo de Terapia Breve Estratégica es todas las soluciones, intentos que se han puesto en práctica. Esto nos da un indicador de qué es lo que sostiene el problema y podemos crear una estrategia específica para el caso en concreto. Una de las soluciones recurridas puede ser intentar relajar la musculatura, con lo que, en ocasiones, se consigue estar más atenta a esta parte del cuerpo y se consigue lo contrario a lo deseado.
Desde nuestra experiencia en este tipo de problemas una vez bloqueados las intentos disfuncionales se consigue gran parte de la solución.
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