El atracón no es el problema es la consecuencia.
El atracón es un síntoma común a algunos trastornos de la conducta alimentaria. Consiste este en ingestas desproporcionadas de comida precedidas normalmente de períodos de alta ansiedad. Para mitigar la ansiedad, que normalmente intentamos controlar sin mucho éxito, cedo a la tentación y me doy el atracón con lo que el estado de malestar disminuye en el momento y así me siento mejor. Lo que ocurre es que pasado un tiempo tengo sentimientos de culpa por lo hecho, por haber caído otra vez, y nuevamente tengo ansiedad. Construimos así un círculo vicioso  en el  que no encontramos salida posible y que mantenemos gracias a las soluciones que empleamos.
Fijamos de esta manera nuestra atención en el atracón e intentamos evitarlo en futuras ocasiones. Pero que ocurriera si nuestro foco de atención estuviese equivocado, si el problema realmente no fuese este. Se me ocurre una anécdota en la que un señor ve a otro buscando las llaves debajo de una farola e intenta ayudarlo. Le pregunta si se le cayeron las llaves  por esa zona y el otro contesta que no pero es ahí donde hay luz.
La bulimia es un trastorno relacionado con el atracón.  Este problema adopta diferentes formas  y son más habituales de lo que parecen. El hecho de hacer una dieta es para todos el método más eficaz para bajar de peso. Un dieta lleva casi siempre la restricción de algunos o muchos alimentos. Restringir es controlarnos, es insistir siempre en la misma solución. Cada vez que intentamos controlarnos lo conseguimos, pero normalmente esto no se mantiene en el tiempo y la consecuencia inevitable es el atracón. De esta manera construimos un problema gracias a la solución que empleamos. Tenemos aquí el tipo de bulimia que llamamos Yo-Yo, que se caracteriza por tiempos de dieta restrictiva,  en que ejercemos el máximo control y tiempos en que perdemos el control y cedemos a los atracones.
Otro caso es aquel en que ni siquiera hacemos dieta, si no que la solución consiste en restricciones de la comida o ingerir simplemente alimentos hipocalóricos como las infusiones. Pasamos el día controlándonos y como consecuencia nos damos el atracón. Al día siguiente o pasados algunos días repetimos el mismo patrón. Tenemos de esta manera la bulimia tipo bimge eating (atracón-ayuno-atracón…).
En definitiva reconocer el problema es parte de la solución,  y no reiterar las soluciones fallidas también lo es.
“Si te lo concedes podrás renunciar a ello, si no te lo concedes será irrenunciable”