Cuando se quiere reprochar con utilidad y mostrar a alguien que se equivoca, es necesario observar

de qué lado éste considera el asunto, porque generalmente de aquel lado, éste es correcto, y reconocerle esta verdad, pero revelarle aquel otro lado del cual es falso. Y él se contentará con esto pues verá que no se equivocaba y que su defecto era solamente no ver todos los lados de la cuestión. Ahora bien, no se disgustará uno por no verlo todo, pero no quiere admitir haberse equivocado; y quizás esto derive del hecho de que naturalmente el hombre no puede verlo todo y que de que naturalmente no pude estar equivocado el el lado que él considera particularmente. (Pascal, Pensamientos)