
Mantener una rutina hedonista durante mucho tiempo nos puede llevar al agotamiento y a la enfermedad. En ¿Por qué las cebras no tienen úlcera?: la guía del estrés, un libro tremendamente divertido e informativo sobre las causas y consecuencias del estrés, Robert Sapolsky describe cómo los animales están perfectamente adaptados para responder a sus crisis físicas. Pensemos en una cebra que corre escapando de un león que quiere desgarrarle las tripas; cuando el peligro pasa, la cebra vuelve a pastar en paz. Pero ¿qué hacemos los seres humanos? Anticipamos el peligro que está al acecho a la vuelta de la esquina. Sapolsky pregunta: “¿Cuántos hipopótamos se preguntan si la Seguridad Social durará tanto como desean, o de qué dirán en la primera cita?”. Nuestros cuerpos reaccionan a las amenazas psicológicas de la misma manera que a las amenazas físicas, y una sensación de peligro constante eleva nuestro nivel general de estrés, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, la disminución del sistema inmunitario, y provoca depresión, problemas sexuales y muchas otras cosas más.
No está calor por el que el estrés psicológico lleva a la enfermedad, pero las pruebas preliminares muestran que puede estar relacionado con los telémetros, complejos de proteína-ADN que se hallan en los extremos de los cromosomas. Las células envejecen -dejan de dividirse- cuando pierden sus ADN teloméricos. Se ha demostrado que el estrés de la vida acorta los telémetros del sistema inmunitario, y menos células inmunes pueden llevar a la enfermedad y a acorta la duración de la vida.
Funete: El poder del Mindfulness. Christopher Germer. Ed:Paidós.
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