Esta es una de las frases que más me gusta y describe con pocas palabras una gran realidad y es que la realidad depende del punto de vista del que se mire. En ocasiones actuamos pensando que nuestra manera de observar, de entender el mundo, es la única y correcta. Observamos, percibimos y analizamos en nuestro cerebro, un sistema que está influenciado por la herencia y el contexto,, ambiente, que le rodea y que le ha visto crecer. Es inevitable pasar por nuestra lente aquello que observamos y en cierta manera nuestra lente es un filtro por lo que la objetivadad en si misma se hace imposible. Un mismo hecho puede ser observado de distinta manera por diferentes personas y todas coincidirán en que lo que observan es la realidad. Paul Watzlawick titula uno de sus libros de la siguiente manera.” ¿Es real la realidad?”. Afirma Watzlawick que existen incalculables versiones de la realidad y pueden llegar a ser muy opuestas entre sí, como resultado de la comunicación. Y volvemos de esta manera al inicio, la realidad depende del punto de vista del que se mire. Cuando alguien tenga una opinión diferente a la que tu tienes sobre un mismo acontecimiento, antes de dar por hecho que no tiene razón, que se equivoca, antes de comenzar una discusión de pareceres, haz el ejercicio de observar aquello sobre lo que discuten desde su punto de vista, quizás descubras detalles que antes no habías visto y quizás también, esto ayude a que la otra persona se sienta entendida y pueda fluir una conversación más fructífera. ¿Recuerdas la fábula del elefante y los ciegos? Seis sabios ciegos discutían sobre cuál era la verdadera forma de un elefante, ninguno de ellos había estado al lado de uno y cada uno daba su opinión. Decidieron adentrarse en la selva y buscar un elefante para así salir de dudas. Al poco tiempo de caminar oyeron a un elefante y se abalanzaron sobre él. Uno de los sabios tropezó y se cayó justo en uno de los costados, dijo: “El elefante es como un pared de barro”. Otro sabio dijo: “El elefante es como un espada”, estaba tocando los colmillos. El tercer sabio tocaba la trompa y dijo: “ El elefante es como una serpiente”. El cuarto sabio dijo que en realidad era como un abanico plano, estaba tocando un oreja. El quinto sabio afirmó que todos estaban equivocados y que sin duda se trataba de algo parecido a una palmera, en este caso tocaba una de sus patas. Finalmente el sexto sabio que recibió un pequeño empuje con la cola cuando el elefante apartaba los insectos, dijo: “es algo así como una cuerda larga”. Una vez y terminaron su encuentro los sabios volvieron a su hogar y siguieron discutiendo sobre cual era la verdadera forma de un elefante, cada uno de ellos afirmaba que después de lo experimentado ahora si estaba en lo cierto sin duda.
“La objetividad es la creencia de que las observaciones pueden hacerse sin un observador” Heinz Von Foerster.
Raúl Segura Díaz – Terapia Estratégica Canarias
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